Día con día, la tecnología continúa abarcando más espacio en nuestros hábitos cotidianos, incluyendo y revolucionando un sinfín de actividades. Recientemente, una de las áreas donde mayor presencia ha ganado ha sido en las compras en línea, donde Amazon y Alibaba relucen bajo los reflectores por su popularidad gracias a la practicidad en sus servicios y crecimiento. Con el beneficio de estas empresas también implica el desplome de otras. Creando enfoque en los comercios minoristas, la afectada en este caso es Sears, con su anuncio reciente de bancarrota.
La situación actual expone un grave aprieto económico y un inminente destino a la bancarrota para una de las tiendas departamentales con mayor presencia en Estados Unidos y América del Sur. Los esfuerzos del director ejecutivo, Eddie Lampert, gritan desesperación, con el propósito de mantener a flote la minorista tradicional en la búsqueda de asegurar más dinero para apoyar sus frágiles operaciones. Adicionalmente, ESL Investments (su fondo de cobertura) ha jugado un papel crítico de la mano de Lampert.
Como respuesta, Eddie Lampert se ha acercado a los bancos para buscar mejores términos y reestructurar la deuda. Además, se están buscando préstamos de entre $300 millones a $500 millones de dólares para mantener sus operaciones a flote, que permitan la supervivencia de sus escasas tiendas hasta las fechas navideñas del presente año, dejando en las manos de instituciones crediticias y proveedores la supervivencia de Sears. Como parte del contrato, Sears se vería implicado en cerrar una gran cantidad de sus sucursales inmediatamente, hundiendo todavía más sus posibilidades de recuperación y dejando vacíos miles de metros cuadrados de bienes raíces. Aun si logra mantener su negocio después de los días festivos, los problemas solo se agravarían. En caso de que Sears no encuentre un comprador, su única opción será la liquidación.
El empeoramiento de la salud financiera de esta compañía de 125 años se origina en sus flujos de dinero minúsculos, los cuales eran insuficientes para lograr reinvertir en sí misma o, más importante aún, responder ante su creciente deuda. A lo anterior se le suma su incapacidad para adaptarse a los nuevos comportamientos del consumidor basado en compras en línea. Con el tiempo, este alto endeudamiento acaparó sus decrecientes ingresos, impidiendo la inversión interna hacia la mejora de la empresa, lo cual explica el estancamiento y derrumbe de su negocio.
La problemática revela la inminente duda: ¿Que sucederá con las tiendas departamentales en México? La realidad es contrastante, ya que Sears México continúa exitosamente posicionándose en el mercado mexicano gracias a la estrategia de su propietario: Carlos Slim. Grupo Sanborns es el actual dueño de la marca Sears México, lo cual explica el hecho de que sus operaciones son independientes a las estadounidenses. Las estrategias del empresario mexicano crean enfoque en la búsqueda de ganancias a largo plazo y expansión, reinvirtiendo las ganancias del negocio en sí mismo y priorizando la longevidad del negocio (para 2018 se estima una inversión de $2,300 millones de dólares).
Aplicando el mismo escenario de las ventas online, en México la cobertura de internet todavía no alcanza a toda la población, complementando que la preferencia de experiencia de compra del mexicano es presencial. El estudio In Shopper Experience de In Store Media México informa que el 85% de los consumidores nacionales de diversos sectores prefieren asistir a tiendas para adquirir algún producto, a pesar de la fortaleza del comercio digital. Profundizando, para una gran proporción de consumidores mexicanos brinda más confianza estar presente en la tienda, observar y palpar el producto físicamente antes de concretar la decisión de compra, y en ocasiones, las compras online son sinónimo de miedo por cuestiones de devoluciones laboriosas y entregas tardías o incompletas.
Recabando como aprendizaje, el caso de Sears demuestra cómo una administración financiera pobre puede desviar a una empresa de sus objetivos. El tiempo corre y sus opciones para recuperarse continúan acortándose, privándola de un panorama a futuro prometedor y evidenciando que un incorrecto mantenimiento de la relación entre préstamos e ingresos puede desbalancear desde una pequeña hasta una grande empresa. Asimismo, toda forma globalizada con presencia en más de un mercado tiene la responsabilidad de ajustar y esculpir su modelo de negocios en base al consumidor meta.
Por igual, podría representar un efecto dominó principalmente en centros comerciales estadounidense débiles, que dependen altamente de tiendas tradicionales de venta discrecional como Sears. Será de relevancia observar las iniciativas que los competidores de Sears llevarán a cabo como respuesta para aprovechar el espacio en el mercado que dejará Sears. Por el momento, existe la probabilidad de que la caída de este minorista tradicional fortalezca y encamine hacia la dominancia de las empresas enfocadas en el comercio electrónico
Por Jesús Bustamante
Comments